Preguntas más comunes sobre POR QUE LOS HOMBRES ACTUAN COMO SOLTEROS, cuando no lo son
- ¿Porque mi pareja actúa como si estuviera soltero, si antes no podía vivir sin llamarme o buscarme?
En la primera etapa del noviazgo, él estaba en “modo conquista”, muy ocupado y entretenido cazando a su presa. Además, hormonas tan potentes como la dopamina y la oxitocina circulaban en grandes cantidades por su sangre cada vez que estaban juntos y se besaban o hacían el amor.
Cuando se casan o se van a vivir juntos, se ven con mayor regularidad y se ocupan con otras cosas que son parte de una rutina, de manera tal que esas hormonas se regulan y él suele cruzarse de brazos porque ya te tiene “conquistada”. Y cree entonces que puede volver a disfrutar de aquello que más le gustaba hacer cuando estaba soltero.
- ¿Será que mi pareja quiere ser libre y se arrepintió de nuestra relación, y hay divorcio a la vista?
No, no necesariamente significa que hay divorcio a la vista. Todo depende del grado de control que la esposa haya estado tratando de imponerle.
Hay que tener en cuenta que una de las mayores NECESIDADES EMOCIONALES del hombre es LA LIBERTAD, sentir que nadie lo manipula, ni decide por él, ni mucho menos le dice lo que tiene que hacer.
- ¿Hasta dónde es su espacio y cuando ya se pasó el límite de actitud de soltero o nosotras de controladoras?
Es cierto que los hombres suelen reclamar tiempo y espacio para ellos.
Resulta muy distinto que él salga una vez a la semana con sus amigos a jugar fútbol (y nosotras aprovechemos para hacer algo con nuestras amigas), a que lo haga todos los días a expensas de la relación.
El deseo de independencia se vuelve nocivo cuando él sale y le oculta a la esposa a dónde va, con quién estará y a qué hora regresará a la casa. Esos son datos que ella debe conocer, sin necesidad de preguntárselo. El la mantiene informada y, en algunos casos, consulta con ella. Y mientras él más informe, más segura y confiada ella se sentirá.
- ¿Como se le plantea la situación a nuestra pareja para que reaccione?
Primero trata de conversar maduramente, con el adecuado tono y volumen de voz, eligiendo bien las palabras, hablando con respeto.
Es importante exponer a la pareja nuestras prioridades y necesidades, diciéndole, por ejemplo: “no te quiero alejar de tus amigos, pero te extraño”.
Esa conversación debe llevar a concluir que el estar juntos contribuye a fortalecer la relación y no tiene que ver con el afán de controlar a la pareja.