Las lecciones que nos deja “Bennifer”, la pareja favorita del momento
Una foto de un apasionado beso confirmó lo que todos sospechaban: Ben Affleck y Jennifer López dejaron de lado su condición de EXNOVIOS para convertirse en pareja nuevamente. ¡Y Hollywood lo celebra con aplausos y brindis!
Lo que sorprendió a media humanidad es lo rápido del proceso, porque los rumores sobre el regreso comenzaron a circular a escasos días del término de la relación de JLO con Alex Rodríguez.
Primera lección: UN CLAVO SACA OTRO CLAVO
En esto, no solamente Jennifer tiene larga experiencia, sino también Ben.
Ambos, por ejemplo, se casaron a menos de un año de haber terminado su propia relación hace casi dos décadas. En enero del 2004, la pareja quebró su compromiso matrimonial, días antes de la boda. Al año siguiente, Affleck se casaba con Jennifer Garner, y López lo hizo a solo escasos meses de romper con Ben, cuando se casó con Marc Anthony en junio del 2004.
Además, regresando a los tiempos actuales, Ben Affleck finalizó la relación con su novia Ana de Armas en enero del 2021 y a los pocos meses ya estaba regresando a tocar el corazón de Jennifer.
Pero JLO fue más veloz aún, porque después de separarse de su prometido Alex Rodríguez a mediados de abril de este año, a inicios de junio se presenta públicamente al lado de Ben, con quien vuelve a ser pareja.
Varias investigaciones universitarias han demostrado que las personas que practican la filosofía del “clavito” suelen recuperarse más fácil y rápidamente de una ruptura amorosa que las que no la consideran válida. Sin embargo, nuestra Jennifer corre a la velocidad del rayo y ¡lo menos que deseamos para ella es que se vuelva a estrellar!
Segunda lección: VOLVER CON EL EX NO ES TAN MALO COMO PARECE
Si hay que aplicar la política del clavo que saca otro clavo, tal vez el mejor clavito sea un examante, porque como dice el adagio popular: “Mas vale malo conocido que bueno por conocer”.
Con el paso de los años, la memoria se vuelve selectiva y sólo recordamos (o queremos recordar) todos aquellos buenos momentos, -la etapa romántica de la relación- y solemos extrañar a la persona porque hacemos mayor énfasis en sus virtudes que en sus defectos (mientras que cuando no separamos hicimos lo opuesto).
Por otra parte, si el sexo fue bueno, los recuerdos son mucho más indelebles. ¿Por qué? Porque la intimidad sexual genera un LAZO DEL ALMA que llevamos con nosotros a donde vayamos, inclusive si aquella persona nos hizo algún tipo de daño y fue por eso que tuvimos que separarnos.
Lo importante a considerar, cuando se regresa con un ex, es no saltar etapas, no apresurarse. Hay que tener conversaciones serias y profundas para construir la relación amorosa sobre bases nuevas. Hay que hablar de aquello que no puede ni debe repetirse. Hay que sopesar hasta qué punto cada uno ha cambiado y desea seguir cambiando como para no repetir los patrones tóxicos de conducta que condujeron a la ruptura anteriormente. Hay que hacer terapia de pareja.
Le deseamos lo mejor del mundo a Ben y Jennifer, que gocen de su amor mientras dure, porque, en mi modesta opinión, no son buenos candidatos para permanecer unidos por largo tiempo, y mucho menos para casarse.