LA TRAMPA DEL ALMA GEMELA

 El concepto parece haberse originado en época del filósofo griego Platón, quien se refirió, en su obra Simposio, -también conocida como el Banquete-, al mito de que los humanos alguna vez tuvieron cuatro brazos, cuatro piernas y dos caras, pero que Zeus nos partió por la mitad, como castigo por nuestro orgullo, y que, desde entonces, estábamos destinados a caminar por la tierra en busca de nuestra otra mitad.

Nuestra comprensión del amor y las relaciones puede haber evolucionado desde el año 385 a. C., cuando Platón escribió sobre esto, pero la idea de tener "otra mitad" todavía existe para millones y ha perdurado en numerosas culturas a lo largo de la historia.

 

 

Rumi, poeta y erudito persa del siglo XIII, planteó la idea de que no es que los amantes se encuentren finalmente, sino que de alguna manera están el uno en el otro todo el tiempo. Y desde Romeo y Julieta, la literatura occidental está repleta de ejemplos de amantes que estaban destinados a estar juntos y hasta dieron la vida por lograrlo.

 Sin embargo, aunque la idea puede haber existido durante miles de años, probablemente el título de “alma gemela” solo se introdujo como tal en el siglo XIX.

El primer registro que se tiene de su uso se remonta a 1822, cuando el poeta Samuel Taylor Coleridge escribió en una carta: "Para ser feliz en la vida de casado... debes tener un alma gemela".

 

 

Recientemente, en febrero del 2024, ha aparecido una investigación con 615 parejas de Estados Unidos y Canadá, conducida por la Universidad de Utah y la Universidad de Alberta, cuyo reporte final se titula “LA TRAMPA DEL ALMA GEMELA”.

El equipo de investigadores descubrió que la mayor parte de los encuestados no se consideraban almas gemelas, si no que habían logrado sacar adelante sus relaciones, en base a mucho esfuerzo, determinación y perseverancia.

Las pocas que habían creído en el concepto del alma gemela al casarse, desarrollaron expectativas y estándares tan altos que ninguno de los dos pudo mantenerlos con el transcurso del tiempo y terminaron perjudicando sus relaciones.

 

En cambio, las parejas que no creían ser almas gemelas desarrollaron conductas proactivas de gran beneficio para la relación, como

  • la práctica de la compasión y la humildad,
  • el compartir momentos de calidad con el otro con frecuencia,
  • la práctica de la amabilidad y
  • rituales de mantenimiento de la pasión y el romance.

El reporte incluye algunas sugerencias para aquellas personas solteras que están saliendo con otras en búsqueda de esa conexión especial, como, por ejemplo, las siguientes:

1) Eviten caer en una aproximación comercial de la relación

2) Tengan expectativas realistas, y

3) Desarrollen un concepto maduro del amor de pareja.

Finalmente, la clave del éxito de una relación de pareja se da, también, en olvidar a la persona con la que creíste que te casabas, para aceptar a la persona con la que te casaste en realidad.

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