¿ES VERDAD QUE UN CLAVO SACA OTRO CLAVO?
Durante mucho tiempo creímos que había que hacer luto prolongado después de una ruptura amorosa. Incluso nos parecía inmoral ingresar a otra relación sin haber sanado, sobre todo si quedaba la remota posibilidad de volver con quien nos rompió el corazón. Pero ahora la ciencia nos demuestra que, en la mayor parte de los casos, el pasar rápido de una relación a otra ayuda a sanar mejor y más velozmente.
Varios estudios aseguran que, además de ser una práctica común, aquellos que se involucran sentimentalmente con una persona, al poco tiempo de haber terminado con otra, se recuperan antes del quiebre amoroso y son más felices que los que guardan el luto.
Después de evaluar el comportamiento de 313 adultos jóvenes, un estudio de la Universidad de Illinois y del Queens College de New York, realizado en el 2014, llegó a la conclusión de que la mejor forma de sanar un corazón partido es saliendo con otra persona. Los resultados publicados en el Journal of Social and Personal Relationships confirmaron que la recuperación emocional fue mucho mayor en aquellas personas que se involucraron en el corto plazo con un nuevo amor.
Además, los que se guiaron por la filosofía del “clavito” tenían
- su autoestima menos dañada
- más confianza en las citas y en su capacidad para enamorar
- se mostraban menos aferrados a los recuerdos de su ex
- superaron más rápidamente la nostalgia de la expareja.
- fueron más exitosos en el proceso de olvidar y de no conectarse con las emociones dolorosas que estaban emergiendo
Siempre he creído que tener amistades del sexo opuesto inmediatamente después de la ruptura y comenzar a salir con ellas en plan de diversión sana, favorece la recuperación de la autoestima y la confianza en atraer al sexo opuesto, mientras que en el caso de los que se quedan rumiando sus penas, hay una mayor incertidumbre sobre su futuro romántico y su capacidad de encontrar a alguien nuevo.
Entonces, lo que antes parecía tan malo, ahora ya no lo es tanto… ¿qué creen?
Pero, atención, el 90% de las “relaciones rebote” (rebound relationships, en inglés), se terminan al cabo de tres meses.
Este último dato nos indica que hay aspectos negativos que no pueden ser soslayados:
- puede que se “utilice” a otro para ahuyentar la soledad o para sentir que nuevamente es atractiva para alguien o, incluso, para darle celos a sus ex, en una especie de revancha.
- no se alcanza a reflexionar sobre las lecciones aprendidas y hacer algo para cambiar los patrones negativos.
- la persona no ha sanado y entra a otra relación para huir del dolor, como mecanismo evasivo.
Finalmente, el método de “un clavo saca otro clavo” suele resultar un intento errado de seguir adelante con la vida porque no hay tiempo de duelo para aprender y para sanar.