Cuidado con el virus llamado miedo
Cuando creíamos que la pandemia nos estaba dejando, ahora los expertos anuncian que una segunda ola de contagios se avecina y que ésta puede ser inclusive peor que todo lo anteriormente experimentado. Y claro, la incertidumbre genera miedo. Como consecuencia aumentan los casos de ansiedad, depresión y angustia.
El miedo nos paraliza y nos vuelve fácilmente manipulables. Cuando alguien experimenta miedo se le puede manipular. Al repetir constantemente una información de miedo bajamos las defensas de nuestro organismo por lo que es más fácil que podamos enfermar o contagiarnos de una enfermedad.
El miedo a la enfermedad genera enfermedad. El miedo a una crisis genera más crisis o la prolonga innecesariamente.
Todos reconocemos el poder de las palabras para crear y sabemos la importancia que tiene el ser impecables en todo momento con nuestras palabras. Pero no solo debemos de ser impecables con las palabras que pronunciamos, sino también con las palabras que no pronunciamos, con nuestros pensamientos, hechos de palabras o diálogo interno silencioso, muy poderoso a nivel psicosomático.
A estas alturas las semillas del miedo ya están plantadas a nivel global, por lo que presta atención a tus pensamientos: ¿Qué tipo de pensamientos tengo? ¿Por qué pienso como pienso? ¿Por qué siento lo que siento? ¿Por qué hago lo que hago? ¿He creado yo esta realidad o ha sido implantada desde fuera en mí?
Las palabras captan nuestra atención, entran en nuestra mente y cambian por entero, para bien o para mal, nuestras creencias. Dime lo que sale de tu boca y te diré quién eres. Elige palabras esperanzadoras, llenas de fe y confianza en Dios.
Limpia tu mente. Medita. Ponte en contacto con la naturaleza. Abraza un árbol. Túmbate en la hierba. Respira aire puro. Bebe agua de manantial. Y, sobre todo: NO TE DEJES INFECTAR POR EL VIRUS DEL MIEDO. Hay otra realidad menos tensa, más amorosa y pacífica. En esa realidad no hay ninguna crisis, ninguna pandemia, ninguna enfermedad, ninguna separación, todo está bien, todo está en armonía con todo, estás a salvo en los brazos de tu Creador.
Lo real no puede ser afectado por el pánico o las crisis fabricadas para mantenernos en el miedo. El único remedio para ese virus no se encuentra en ninguna vacuna o inyección, se encuentra en una íntima relación con Dios y con Su hijo Jesús, el Príncipe de Paz.
Los siguientes versículos son algunos, entre muchos, que te pueden ayudar a desterrar el miedo de tu vida en estos difíciles momentos para todos.
“No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús.”
Filipenses 4:6-7
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.”
(1 Juan 4:18)
“Porque el Señor no nos ha dado un espíritu de miedo o cobardía, sino de poder, amor y dominio propio”
(2 de Timoteo 1:7)