Cómo hacer las paces con tu pareja después de un pleito

Qué fea es la sensación que queda después de haber discutido fuerte con tu ser amado, ¿verdad? Es como si te hubieran partido el corazón. Pero lo peor viene luego, si las cosas no se arreglan entre ustedes, si se acumula el resentimiento, si el rencor crece o, mejor dicho, si se lo deja crecer. De allí que sea de vital importancia aprender a hacer las paces, para la supervivencia de tu relación.

Algunos creen que hacer las paces equivale a hacer el amor. Sin embargo, esto no funciona bien en el caso de la mayoría de las mujeres. La sensibilidad femenina es muy delicada y ella prefiere que él le pida disculpas antes de intentar tener relaciones sexuales. En caso de no hacerlo, ella sentirá que él la usa como objeto sexual o se negará a la intimidad…porque la intimidad emocional es inclusive mas importante para ella que la sexual.

 

Hacer las paces requiere de una alta dosis de humildad. Habrá oportunidades en que no se sepa quién tuvo la culpa. En realidad, si hubo una discusión acalorada, los dos son responsables de tal impase. No obstante, si no se sabe quién es más responsable de lo ocurrido, ¿cómo determinar a quién le corresponde pedir perdón? Aquí viene el desafío amoroso: la persona con un coeficiente emocional mas elevado, la persona mas avanzada espiritualmente, lo hará primero, por preservar la relación amorosa. Porque es mas importante continuar unidos que ganar una batalla, pero perder la guerra. Y el que toma la iniciativa de la reconciliación le gana la guerra al verdadero enemigo: el desamor.

 

Para hacer las paces tenemos que pedir perdón sinceramente, con toda el alma. De nada valen las lagrimas de cocodrilo o los besos de Judas. Reconoce tu error. Admítelo sin justificarte. De nada sirve que te acerques a la pareja a decirle algo como esto: “Perdóname por lo que te dije, pero es que tú me sacas de quicio…porque tú me provocas cuando haces cosas como…” y lo único que logras con esto es poner a tu pareja a la defensiva. Te sugiero decir más bien: “discúlpame por lo que te dije o hice…nada lo justifica…estuvo mal… estoy muy arrepentida… espero encuentres la forma de perdonarme…”

En ocasiones no es necesario argumentar. Te sugiero un método simple y que resulta, generalmente, infalible. Te acercas a tu ser amado con una mirada amorosa, una sonrisa en los labios y los brazos abiertos, demostrando que quieres abrazarlo y hacer las paces. Que el abrazo sea fuerte y largo. Le susurras al oído: “Perdóname…lo siento mucho” y tal vez esto baste y sobre para que la paz vuelva a reinar entre ustedes.

 

Asimismo, debes aceptar las disculpas de tu pareja, con humildad, si es ella la que te pide perdón. No perdonarla te hace más daño a ti y a la relación. El fruto de la falta de perdón será una raíz de amargura que echará hiel sobre todo lo que hagan.

Recuerda que ustedes son un equipo y que como tal tienen que caminar por la vida. Cuando pelean parecen enemigos, pero la verdad sea dicha: la persona que tienes al frente es la mas importante en tu mundo, no quiere herirte a propósito y se equivoca tanto como tú, por lo que son y deberán ser siempre aliados, socios, compinches, compañeros de miles de cosas, amigos, amantes y eternos enamorados, si saben hacer las paces a tiempo.

 

 

 

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