7 consejos para lidiar con el duelo en medio de una pandemia
Esta es una etapa especialmente difícil para todos. Intentemos imaginar cuán difícil lo será para quienes están sufriendo la pérdida de un ser querido, para quienes se encuentran en duelo.
El estrés, la ansiedad, la sensación de soledad harán que el duelo se profundice y se prolongue. Por lo menos, en tiempos normales, la gente puede velar y enterrar a sus muertos. Por lo menos, en tiempos normales, uno puede recibir abrazos de condolencias de familiares y amigos y llorar con ellos.
En la actual coyuntura, hay mucho más tiempo disponible para recordar al difunto, encerrarse en la habitación y deprimirse. Salir a recibir esos rayos de sol que nos levantan los ánimos se ha convertido en un privilegio del que muy pocos gozan en la cuarentena.
El alto nivel de inestabilidad mental producido por la incertidumbre (no sabemos cuándo volverá todo a la normalidad… o a la tan mentada “nueva normalidad”), torna más honda la pena y acrecienta el desaliento.
Los medios de comunicación se encargan de recordarnos constantemente la cantidad creciente de enfermos y fallecidos, sin mayor esperanza a futuro, por el momento.
¿Como lidiar con el duelo en medio de una pandemia?
Me permito compartir con ustedes 7 recomendaciones:
- Aceptar que estamos viviendo una realidad que abate a cualquiera y permitirse sentir auto-compasión.
- Dejar de fingir que somos fuertes y llorar todo lo que sea necesario.
- Mantener contacto frecuente con las personas que viven bajo nuestro mismo techo que están pasando por la misma etapa de duelo. Abrazarlos fuertemente.
- Retomar, en cuanto sea posible, el contacto con familiares y amigos a través de video llamadas o simples llamadas telefónicas para escuchar sus condolencias y palabras de aliento. Responder a todos los mensajes de condolencias escritos posteados en las redes sociales y que nos lleguen por textos o Whatsapp.
- Unirse a un grupo de apoyo online, de personas que estén atravesando por la misma situación, para apoyarse mutuamente.
- Dejar de ver, oír y leer noticias sobre la pandemia por un tiempo prudencial.
- Alternar entre las actividades de «pérdida» y las actividades de «restauración». Esta idea proviene del enfoque de doble proceso de duelo, que sostiene que la gente se mueve entre actividades relacionadas con la pérdida (por ejemplo: mirar fotos del difunto, llorar, hablar de la persona) y ejercicios restauradores (como, por ejemplo, hacer planes para el futuro, dedicar tiempo a ciertos hobbies o deportes, cocinar, ver buenos programas de TV, etc.).
La principal estrategia de afrontamiento recomienda plantearse la siguiente pregunta: “Como desearía mi ser amado que yo me sintiera en este momento?”. La posible respuesta para los cristianos seria: “Feliz, porque mi familiar fallecido se encuentra descansando, en paz, y no quiere verme sufrir por largo tiempo”.
Declaremos con fe, junto al apóstol Pablo:
Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?[a]».
(1 Corintios 15:55-57)